PARTE 30: BUDOKAI ROYALE 2 "ESTRUENDO SUPERSONICO"

Capítulo 150

Traducido por brolyloco y encodeado por carlosfc

Mientras varias batallas en la arena concluían y otras seguían, una pelea especialmente intensa se desarrollaba. La Kaioshin del Oeste luchaba con gran esfuerzo mental para mantener controlado a uno de los sirvientes más peligrosos de Babidi: el poderoso King Cold.

Sus habilidades telequinéticas, superiores incluso a las de los mortales más talentosos, le permitían ejercer un dominio natural sobre el poder psíquico, algo que los Demonios del Frío también dominaban, aunque no al nivel de los dioses, al menos no en el Universo 1.

Este King Cold era mucho más fuerte que el que habían eliminado junto con sus hijos. La diosa se dio cuenta de que no solo tenía nuevas transformaciones y un nivel de poder absurdo, sino que también podía resistir su control mental con más fuerza de lo que ella imaginaba. Cada segundo que pasaba, su técnica de inmovilización se debilitaba más, desvaneciéndose al igual que sus esperanzas de victoria.

En toda su vida, solo dos seres del mundo inferior la habían hecho sentir miedo: el Super Saiyano Legendario y Majin Buu. Aunque nunca luchó directamente contra Buu, el poder que emanaba de su prisión ya la había asustado. Y ahora, después de ver de cerca a los Buu de los universos 4 y 11, todavía sentía en su rostro el golpe del día anterior, como una quemadura persistente.

Más y más mortales alcanzaban niveles de poder que antes solo los dioses lograban. Y su antiguo enemigo, que alguna vez estuvo muy por debajo de ella, ahora era superior. King Cold, aunque medio paralizado, se acercaba poco a poco.

Cada paso que daba aumentaba su ansiedad. La Kaioshin del Oeste reunió toda su energía y lanzó una descarga de energía que arrojó al titán contra una pared de la arena. Cold gruñó con rabia; aunque lograra liberarse, su orgullo ya había sido dañado.

La diosa lo sujetó del brazo izquierdo, manteniéndolo detenido tanto física como mentalmente. Estaba agotada, pero al mirar alrededor vio una luz de esperanza: varios aliados habían ganado y los enemigos eran menos.

Le gritó con confianza:

´´¡No mires ahora, pero este intento de rebelion está a punto de terminar! ¡Estás perdiendo, mira cuántos te quedan!´´

Pero la respuesta de Cold fue desconcertante. Habló con un tono extraño, incluso parecía estar llorando. Sin embargo, mostró una gran sonrisa detrás de su máscara falsa.

´´¿Perder? ¿Reunir al resto? ¡Ja! ¡Los peones siempre estaban destinados a ser sacrificados, estupida! No necesito más a esos guerreros débiles. Todavía tenemos a varios luchadores poderosos, y yo solo puedo destrozarte. Es hora de liberar mi verdadero poder... ¡Voy a exterminar a ustedes, dioses inútiles, por la gloria del Maestro Babidi!´´

Cold cruzó los brazos y liberó su aura. Rayos lo rodearon mientras su energía incrementaba rápidamente. La Kaioshin del Oeste apenas lograba mantener el control mental. El poder de cold superaba con creces al de Dabra.

El Kaioshin del Norte apareció detrás de ella.

´´¿Necesitás ayuda?´´ preguntó, rodeado por su propia energía.

La diosa no pudo responder de inmediato; su mente estaba al límite, intentando mantener el último rastro de parálisis... solo para ver cómo se rompía de inmediato.

Una silueta gigantesca apareció arriba. El majin cayó sobre ellos, cubriéndolos con su sombra.

´´...Estoy... estoy bien...´´ logró decir con voz débil.

Cold descendió y levantó a ambos dioses derrotados con sus enormes manos. Su monstruosa sexta forma —la segunda de sus transformaciones extra— estaba completamente liberada. Con él y Cell al máximo de su poder, ¡nadie podía detener el dominio de Babidi!

Todavía echado en el espacio del universo 18, Son Goten finalmente recuperó la conciencia. El dolor por sus quemaduras y golpes lo trajo de vuelta a la realidad; apenas le quedaba energía. Con el poco esfuerzo que pudo reunir, logró sentarse con la espalda contra la pared, preguntándose cómo había sobrevivido a semejante enfrentamiento.

Al despertar, había visto a Gohan entrar en pánico y abandonar su pelea con Cell, quien luego fue enfrentado por el guerrero heloita. Su hermano jamás habría dejado una batalla tan crucial sin un serio motivo, no con tanto en juego. Solo podía pensar en una razón: que Bra o Videl estuvieran en peligro, y que Nappa las hubiese alcanzado.

Goten maldijo en silencio, avergonzado de ser tan inútil. No había podido hacer nada para protegerlas. Ya había decidido que, cuando regresara a casa, se dedicaría de lleno al entrenamiento, sin importar lo que pensaran su madre o su novia. Nunca más quería sentirse tan impotente, ni permitir que sus seres queridos sufrieran así. Debía alcanzar al menos el nivel de Super Saiyajin 2 para poder defenderlos mejor. Trunks seguramente se quejaría al principio, pero al final lo acompañaría como compañero de entrenamiento. Eso también fortalecería la fusión Gotenks si alguna vez volvían a necesitarla. Tal vez nunca alcanzarían el nivel de Zen Buu, que parecía no tener límites, pero enemigos como Kakarotto sí estarían a su alcance.

Goten miró con repulsión a esa versión alternativa de su padre, a quien tanto despreciaba. Su torso chamuscado... sus ojos vidriosos... que de pronto brillaron con un odio desbordante.

“¿Qué...?” Goten sintió un escalofrío que lo despertó del todo.

Kakarotto tenía los ojos bien abiertos, tan llenos de locura y con ese afan de asesinar a todos como había tenido siempre. Ya no era solo un cadáver: mostraba los dientes con una sonrisa desquiciada mientras se ponía de pie. Su risa cruel era aterradora. Goten temblaba, sin poder creerlo. ¡Era imposible! ¡Estaba muerto! ¡El heloita se había asegurado de matarlo!

Kakarotto lo tomó por el cuello y comenzó a estrangularlo, queriendo sacarle hasta el último aliento. Goten apenas pudo resistir, murmurando con su último hilo de voz:

“...¿Cómo...?”

“Me hiciste enfadar, idiota. Pero te dije que no podías ganarme... y ahora voy a despellejarte vivo — hasta podría usar tu cara como máscara, ¡jajaja!”

El gran hechicero Babidi estaba acompañado por su fiel Majin Buu, así como por el profético Saiyano Bardock. La cámara en la que se encontraban había sido protegida por un poderoso hechizo, que la mantenía entre dimensiones y la hacía inaccesible para cualquiera desde el exterior.

El hechicero de piel amarilla ya no temía que alguna amenaza pudiera alcanzarlos, creyéndose completamente oculto. Tranquilo, había estado observando todos los acontecimientos desde su refugio mágico, celebrando con júbilo cada victoria y mostrando su enojo con cada derrota.

Ver morir a los príncipes de los demonios del frío había sido un duro golpe, pero la muerte de Dabra incluso le había provocado sudores fríos. Cuando Cell fue alcanzado por la explosión y despedazado, su miedo fue realmente aterrador.

Pero no solo había regresado su preciado bioandroide con todo su poder, sino que el mismísimo Rey Cold había liberado su verdadera fuerza... y Kakarotto había resurgido una vez más, más feroz que nunca.

Con los competidores eliminados en las profundidades del espacio y sus enemigos más poderosos mostrando señales de debilidad, Babidi se sentía más confiado que nunca. Y aún le quedaban algunas de sus mejores cartas por jugar.

´´¡Ja ja ja ja!´´ estalló con una risa aguda. ´´¡Nos hemos apoderado de todo! ¡Estos tontos se arrepentirán de haberme desafiado!´´

Violentas vibraciones sacudieron la cámara.

Antes de que pudieran entender lo que ocurría, aparecieron grietas a su alrededor, seguidas por una explosión que destrozó su protección como si fuera de cristal.

En medio de ellos se alzaba un Saiyano: su nieto de otro universo, que poseía un poder fenomenal. No quería reconocer a ese mestizo como su heredero, pero el hecho de que fuera tan poderoso era difícil de ignorar… e incluso lo hacía sentirse un poco orgulloso. Y a la vez, incómodo.

Ese descendiente, vestido con ropa formal, había aparecido de repente frente a ellos, y tenía una expresión tan seria que incluso hizo que el propio Babidi se detuviera. El amo Babidi se giró hacia él, presa del pánico, lanzando exclamaciones descontroladas.

´´¡¡Buu!! ¡Rápido, atácalo!´´

El Djinn, guardián designado del amo, se lanzó contra el intruso tal como le habían ordenado. Majin Buu, un ser tan poderoso que pocos en toda la historia del universo podrían enfrentarlo, sin duda sería capaz de derrotar a un Saiyano mestizo hijo de una asquerosa terrícola.

Y sin embargo, el Saiyano le propinó un solo puñetazo en el rostro, una rápida estocada que le perforó profundamente la mejilla rosada y lo lanzó volando, con los ojos saliéndose disparados de las órbitas. Se estrelló contra los muebles, mientras Son Gohan, el verdugo, ya se aproximaba al amo babidi con el brazo extendido. Era eficiente, se movía rápido y no perdía el tiempo.

´´¡No!´´ gritó Bardock, lanzándose hacia adelante para tratar de proteger al hechicero. En vano.

La cabeza del hechicero fue pulverizada al instante por una oleada de energía implacable. El Saiyajin, con una expresión dura, se volvió hacia él y proclamó con tono decidido y cortante:

´´Maestro, acabo de tener una visión´´ interrumpió Bardock, aún sosteniéndose la cabeza por el dolor que le causaba la visión.

´´¿Ah?´´ respondió Babidi, sorprendido por la repentina profecía. ´´Habla, ¿qué viste?´´

´´El hermano del Saiyan que peleó contra Cell está aquí en nuestro departamento, en la otra dimensión. En un momento va a atravesar la barrera que separa nuestras realidades y te va a matar.´´

´´¿¡Qué!? ¡Eso no puede ser! —exclamó Babidi, asustado—. ¿Y te quedaste mirando sin hacer nada?´´

´´Buu atacó, pero ni siquiera él pudo derrotar al Saiyan. Solo tenemos un minuto para prepararnos, y no tenemos el poder para enfrentarlo. Pero quizás podrías atraparlo en algún lugar y deshacerte de él para siempre. Así sería un rival fuerte menos con el que lidiar.´´

´´Mmh, en efecto´´ respondió el mago, pensativo. ´´¿Sabes exactamente dónde aparecerá?´´

´´Sí, será justo ahi´´ respondió Bardock, señalando.

Ya se le habían ocurrido varias ideas para lidiar con esto, una de ellas muy traviesa e inteligente. Babidi estaba impresionado de sí mismo, pero debía actuar rápido para neutralizar inmediatamente a la amenaza.

Cerca de los departamentos del universo 9…

Sauza y Jeece habían localizado el escondite de los débiles humanos, después de haberse tomado su tiempo en torturar a varios espectadores por el camino. Había llegado el momento de eliminar a uno de los últimos focos de resistencia a su causa, todo por la gloria del maestro Babidi.

Los dos comandantes derribaron la puerta con una patada violenta y entraron con arrogancia por la entrada. Al instante, adoptaron una pose y proclamaron su lealtad.

´´¡Adelante, por el maestro Babidi!´´

´´¡Por el gran maestro Babidi!´´

´´Imitador´´ murmuró Sauza con fastidio.

´´Aficionado´´ replicó Jeece en voz baja.

Frente a ellos estaban Tenshinhan, Krillin, Yamcha y Videl del Universo 9, bloqueándoles el paso a Trunks y Bulma, que permanecían en silencio en un rincón. También en el fondo de la sala, dos personas parecían atrapadas en un extraño ritual. El anciano, aparentemente senil, bailaba alrededor del detestable saiyan.

Krilin suspiró con cansancio al verlos.

´´¿Así que ustedes son todo lo que hay? Pensé que al menos nos enfrentaríamos a Freezer... por un momento creí que corríamos peligro...´´

´´¡Oh, maldito enano!´´ exclamó Sauza, con el orgullo herido. ´´¿¡Cómo te atreves a hablarme así, enano!? ¡Te voy a aplastar!´´

Se lanzó al frente sin pensar, dejando atrás a Jeece. Este último prefirió quedarse atrás y observar; no iba a permitir que lo manipularan para un ataque a ciegas. El comandante de Coola era un completo idiota por no usar el cerebro, pensó para sí mismo.

Cuando el puño de Sauza estaba a punto de impactar contra el maestro tortuga, una rodilla feroz golpeó su espalda mientras casi estaba paralelo al suelo. El crujido de huesos al romperse resonó por toda la habitación, y el comandante de Coola escupió un pequeño hilo de sangre en el suelo cerca de krilin. Yamcha, autor del golpe que lo noqueó, levantó el pulgar con una sonrisa satisfecha.

´´Eres genial como carnada, ¿sabes, amigo? Jajaja.´´

´´¿Se supone que eso es un cumplido?´´ respondió Krilin, molesto.

Aún esperando y analizando la situación, Jeece se dio cuenta de que esos terrícolas atacaban con fuerza y precisión. Por lo que podía notar, protegían a los dos extraños especímenes que tenían detrás, como si intentaran mantenerlos a salvo. Eso significaba que su mejor jugada no era enfrentarlos directamente… ¡sino hacer volar por los aires todo el departamento!

Adoptó su pose habitual y formó una esfera concentrada de Ki púrpura sobre la palma. Inmediatamente, los terrícolas entendieron el peligro. Jeece era demasiado débil para representar una amenaza real para ellos, pero el daño colateral de su ataque sí era un problema. Sus familiares, e incluso el viejo Kaioshin, podrían morir.

´´¡¡Aquí no!! —exclamó Videl.´´

Se movió tan rápido que Jeece no tuvo tiempo ni de reaccionar. Videl le dio una fuerte rodillazo en el mentón, haciéndolo tambalear hacia atrás — y el ataque de energía cayó fuera de su control. La esfera de Ki del magma rojo descendió hacia el centro de la sala, pero fue interceptada por Tenshinhan justo a tiempo. Con una serie de movimientos súper rápidos e indistinguibles, el guerrero logró absorber el impulso del ataque antes de dominarlo por completo como si fuera propio. Luego, con un giro seco, disparó la esfera púrpura de vuelta hacia Jeece — cuyas defensas habían sido completamente destrozadas por el golpe previo de Videl.La devolvió a su remitente.

NOTA DEL TRADUCTOR: si te fijas bien, arriba de esta imagen de ten con esa bola de energía, en la traducción inglesa, se olvidaron de traducir el ´´la renvoya à l’expéditeur.´´ que es de el idioma original base de francés y se traduce como ´´´la devolvió a su remitente´´ no se si tienes permisos para también arreglar eso en la versión inglesa, de última avisale al traductor de las novelas en inglés que arregle eso

Fue golpeado y lanzado fuera del departamento por su propia explosión, de hecho, directamente por la puerta. Yamcha, desplazándose rápidamente hacia la entrada, cerró la puerta con una sonrisa relajada y cerró los ojos como si quisiera escuchar. La explosión que siguió afuera ni siquiera logró atravesar la puerta.

´´Ni siquiera fue divertido´´ dijo Yamcha, haciendo un puchero.

´´Ustedes... infieles... ¡van a arrepentirse de esto!´´

Sauza se había reincorporado. La magia de Babidi volvía a hacer efecto, demostrando que hasta los huesos rotos eran un simple detalle para sus subordinados. El Comandante de Cooler parecía estarse motivando a sí mismo —era miembro de uno de los escuadrones más fuertes del universo, y un orgulloso guerrero del gran hechicero. ¡No permitiría que estas indignidades quedarán impunes!

´´¡No dejaré que esto termine así!´´

Mientras gritaba con odio, Kulilin y Yamcha se le acercaron, con expresiones de fastidio. Ya se habían aburrido de sus delirios enloquecidos; habían visto a demasiados como él negarse a aceptar la evidencia irrefutable de su propia inferioridad.

Después de medio minuto de “corregirle” la actitud, lo cual implicó romperle varios dedos y ambas rótulas, Sauza fue arrojado sin ceremonias al pasillo, donde aterrizó sobre el cuerpo de su camarada y de los otros dos soldados de Freezer. Tenshinhan, frotándose las manos, se alegró de haberse deshecho de esos dos payasos ridículos.

´´Bueno, eso fue todo...´´ dijo, dándose vuelta hacia el departamento.

Pero justo al hablar, una diminuta figura azulada apareció de repente detrás de él, justo a la altura de su cabeza. Esta criatura había recorrido los pasillos de la arena a toda velocidad desde que empezó el ataque. El Junior estaba enfurecido y lleno de adrenalina, habiendo sentido la acción que ocurría en los departamentos del Universo 9. El pequeño majin destruiría todo, guiado por su nuevo amo y obediente a su padre. Incluso había aceptado su muerte injusta a manos de su propio progenitor. Su amor por Papá Cell era incondicional, incluso cuando había sido reemplazado por un Cell Junior más fuerte. Pero ahora, bajo el control de Babidi, su deseo de asesinar y derramar sangre se había descontrolado por completo. Estaba a punto de golpear con toda su fuerza al terrestre calvo, listo para descargar toda su furia sobre este débil universo.

´´¡Cuidado!´´ gritó Krilin, al notar el ataque del poderoso enano.