¡Jajaja! Asistí a tu pequeño ritual, ¡qué bonito! ¡Ni siquiera notaste mi presencia!
¿en serio pensabas que me retendrías en esa sala para siempre?
¿Cómo lo ha hecho?
¡Ha conseguido liberarse por sí mismo! ¡No puedo creerlo!
No fue fácil, me tomó un tiempo, pero después de algunas semanas y a fuerza de determinación, tu magia, que reconozco que es muy poderosa, ¡no resistió mi implacabilidad! Por cierto, ¡vas a tener que reparar la puerta! ¡Ja, ja, ja!