Está interesante lo que dice del salto en la Luna, y es relativamente fácil demostrarlo de manera experimental, coges a alguien, con bandas elásticas de estos que se montan los niños en trampolín y los van jalando, pero sin el trampolín, de manera que le quites el peso que perdería en la luna, y acto seguido le pides saltar a todo dar, o bien, lo atas a globos de helio que tiren de la persona el peso en cuestión y lo mismo, de hecho creo que esa sería la manera ideal ya que las bandas elasticas pueden perder la tensión tan pronto subas, lo importante para el experimento siempre es el peso inicial anyways y la fuerza que ejerza la persona contra el suelo, otra cosa, la rigidez y el material de un traje espacial no parece muy favorable con las sentadillas o los saltos.

Por cierto, ZenBuu se unió a la ola de comentarios de mods spoileando porque no soportamos mas humillaciones a Raditz:

<h1> TRIGÉSIMA PARTE: BUDOKAI ROYALE 2 "ESTRUENDO SUPERSÓNICO" </h1>
<h2> Capítulo 148 </h2>
<h3> Traducido por npberryhill </h3>
Mientras tanto, en el otro extremo del universo.
Los competidores mágicamente desplazados de varios universos seguían buscando activamente la ubicación de la arena, esperando volver con sus seres queridos lo más rápido posible. Son Goku se concentró intensamente en las energías más fuertes del torneo — Son Gohan, Son Bra, Cell, incluso Majin Buu... si lograba detectar una de ellas, ¡podría traer a todos de vuelta en un instante! Pero el universo era insuperablemente enorme, las probabilidades de encontrarlos en todas las áreas del universo eran desalentadoras, limitadas por las percepciones de un simple hombre.
Por su parte, Vegetto estaba igual de concentrado. Aun así, sin saber por dónde empezar, encontró el desafío extremadamente complejo. Antes, cuando había dejado el asteroide después de su derrota, había mantenido un registro de su destino, dirección y camino. Eso le había permitido depender de su propio movimiento instantáneo, pero ahora tendría que recurrir a la transmisión instantánea. Recordó cómo nadie había podido sentir su extraordinario poder cuando alcanzó el Super Saiyan 3 en el espacio contra Ginyu. Si una fuerza así no era detectada, ¿cómo podrían rastrearse los poderes relativamente débiles de otros? Solo Son Gohan o Son Bra tenían alguna esperanza de llamar su atención...
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"Esto es imposible", suspiró Goku, mostrando signos de frustración. "Seguramente Gohan y los demás están peleando, pero están demasiado lejos."
"Han demostrado ser ingeniosos antes", señaló Vegeta. "Si se unieran, podrían emitir una señal lo suficientemente fuerte como para ser detectada. Aunque, tienen a Videl y Bra que defender, y a Cell con quien lidiar..."
"No centren su búsqueda solo horizontalmente", sugirió el número 16 al grupo, calibrando sus escáneres. "No podemos ignorar las áreas del espacio por encima y por debajo de nosotros, relativamente hablando."
Un estallido repentino de luz detrás de ellos significó la unión de la fusión metamoriana. Gotenks se paró ante ellos, ya transformado en Super Saiyan. A su lado, Trunks del Universo 16 se cruzó de brazos, un poco enfurruñado.
"¡Entonces no hay tiempo que perder!" exclamó la fusión, con una sonrisa burlona. "Que el incomparable Gotenks se encargue de este lado. ¡El resto de ustedes, tomen el otro!"
Un brazo lo agarró de repente por detrás del cuello. Al ver su color rosa, la cara de Gotenks palideció. Pero su viejo enemigo parecía de buen humor esta vez.
"¡Muy bien, entonces!" anunció Buu. "¡Al más fuerte la gloria! ¡Mi colega y yo nos encargaremos de este hemisferio!"
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Algunas risitas sonaron en todo el grupo, notablemente de Pan y Uub, ya que la reacción de Gotenks fue hilarantemente avergonzada. En cuanto a Trunks, sonrió antes de recordar su frustración.
"Me sorprende", dijo Vegetto, haciendo que su hijo se encogiera. "¿Por qué dejaste que tu doble del 18º se fusionara con nuestro Goten?"
"... Bueno, conoce la nueva versión mejorada de la fusión", refunfuñó Trunks. "Pensé que si tiene esas nuevas habilidades, bien podríamos usarlas. Gotenks probablemente será más efectivo, encontrará la arena más rápido sin mí..."
En una rara muestra de compasión, Vegetto puso su mano en el hombro de su hijo, invitándolo a unirse a ellos en la búsqueda de su lado. Los Heloitas no habían estado prestando atención a los demás, centrándose en cambio en su análisis — como guerreros de élite, estaban bien entrenados y estaban decididos a rescatar a sus compatriotas y a los inocentes lo más rápido posible.
"Xeniloum", instruyó Eleim, "tú tomas el tercio sur. Tidar, el norte. Yo escanearé el ecuador."
"¡Entendido!" dijeron los otros dos al unísono.
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Casi todo el grupo estaba ahora acurrucado en un círculo, mirando hacia afuera. Había algunas brechas en el espacio de la formación, algunos individuos optando por permanecer solitarios y otros juntos. Gotenks y Buu tenían habilidades perceptivas increíbles y compartieron su zona, aunque había algunos otros dentro de su "mitad" buscando también. De vez en cuando, la cara del Djinn miraba al Saiyan con diversión, la fusión con una sonrisa preocupada. Se sentía, hasta cierto punto, aliviado de tener la ayuda de un ser tan poderoso, a pesar de sus diferencias pasadas. Buu era tan asombroso que, con su ayuda, las cosas podrían cambiar muy rápidamente. Entre él y Vegetto, era difícil imaginar que existiera alguna amenaza que pudiera representar un desafío para ellos.
Pero no tuvo en cuenta la habilidad de Buu para jugar incluso con ellos, ya que el djinn se había asegurado de posicionarse a cargo de la región que realmente contenía los terrenos del torneo. Gracias a otra de sus habilidades aparentemente infinitas, estaba bloqueando manualmente la verdadera ubicación de la arena para que nadie la encontrara, es decir, hasta el momento adecuado, cuando decidiera que finalmente era hora de que intervinieran. Ciertamente quería que el torneo continuara después de que se pusiera fin a la farsa de Babidi, un final que sin duda entregaría cuando llegara el momento. Pero, ante todo, este tipo de caos podría llevar a diversión inesperada y emocionante. Y también existía la posibilidad de que el complot de Babidi pudiera sacar al siempre esquivo XXI, hacer que revelara más sobre sí mismo. Eso sin duda valdría la pena esperar. Pero si Babidi realmente adquiriera las Bolas de Dragón, la reaparición de Zen Buu pondría fin rápidamente al caos.
Un poco más abajo, Uub se había unido a su maestro y a las dos Pan. Goku sentía que la conexión innata de Uub con Majin Buu podría darles una ventaja, esperando que pudiera sentir la versión gorda en algún lugar cerca de Babidi. Pero, parecía que la conexión estaba ahogada, por así decirlo, por lo cerca que estaba de Buu del universo 4. Uub se moría por ir a hablar con el Djinn, hacerle preguntas, pero no era el momento adecuado. Buu, cerca, sintió los ojos del joven sobre él, y sonrió para sí mismo. Había tenido todo en cuenta, incluso la conexión de Uub consigo mismo —y no solo eso, sino que las pequeñas piezas dejadas en la arena también estaban ocultas a su heredero. Buu era de hecho un cerebro, y había tomado todas las precauciones, especialmente con las nuevas habilidades que había ayudado a desarrollar a su reencarnación. Nadie podía detectar el estadio, y a pesar de su afecto por el joven guerrero no tenía intención de dejar que arruinara la diversión.
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Un violento gancho de derecha. El suelo se hizo añicos bajo la presión. El asteroide tembló de miedo.
Cell se limpió un hilo de sangre de los labios, burlándose de su némesis debajo. El androide perfecto tenía una ligera ventaja contra Son Gohan, pero no parecía poder romperlo. El poder adquirido por el Saiyan a lo largo de los años fue realmente una sorpresa, y le estaba dando toda la pelea que podía manejar. Sin embargo, la verdad se estaba volviendo evidente. Gohan estaba lejos de entusiasmarse con la lucha, y ciertamente no había estado entrenando constantemente, no de la manera en que él lo había hecho, día tras día durante los últimos veintisiete largos años. ¡Era frustrante, pero también estimulante!
Gohan se enderezó, con el pecho arañado. Él también estaba asombrado por el progreso que su enemigo había hecho desde la última vez que se vieron. Cuando se había convertido en Super Saiyan 2, siendo un simple adolescente, había superado con facilidad las jactancias perfectas de Cell, pero fue solo gracias al sacrificio de su padre y la intervención de Vegeta que finalmente encontraron la victoria. Esta vez, el poder y la habilidad de Cell estaban en un nivel completamente diferente, y se enfrentó sin ayuda a la pesadilla de su juventud una vez más. Pero el poder de Son Gohan también había superado con creces el de su adolescencia. Derrotaría a Cell de nuevo, solo esta vez, y protegería a su familia.
"¡Cell!", gritó. "¡¡¡Voy a aplastarte!!!" Se lanzó contra el bio-androide.
"¡Inténtalo, Gohan!", fue la respuesta, entrando en acción.
Sus puños se estrellaron mejilla con mejilla, liberando una onda repulsiva hacia afuera que excavó un cráter en el suelo a su alrededor. La cola de Cell se enroscó rápidamente alrededor de la pierna de Gohan, quien no pudo reaccionar a tiempo y fue enviado volando hacia el cielo. El guerrero perfecto luego concentró su energía justo delante de su pecho entre sus manos. Su frente brillaba con sudor mientras soltaba un gruñido: todavía tenía algunas sorpresas guardadas, y era hora de desvelar otra.
Estabilizándose rápidamente, los ojos de Gohan se abrieron de par en par, las pupilas temblaban al ver una extraña Kikoha púrpura formarse en las manos de Cell. La orgullosa sonrisa del bio-androide ensombrecía su carne temblorosa, mientras exclamaba en voz alta nuevas jactancias.
"¡Intenta sobrevivir a esto, mocoso!"
Disparó la esfera con un gesto rápido, y aunque estuvo cerca, Gohan logró esquivarla. La velocidad del ataque lo sorprendió, pero rápidamente volvió su atención a Cell. La creación de Gero simplemente se rió, abriendo las palmas de sus manos y detonando el Kikoha detrás de Son Gohan en una explosión masiva. Del radio de la explosión emergió una plétora de Kienzan púrpura, cada uno dirigiéndose hacia el Saiyan con experta precisión.
Los dientes de Gohan se apretaron rápidamente, sus ojos se agudizaron mientras se movía por el aire en un gran juego del pilla-pilla o muere. Los discos violetas lo persiguieron mientras Cell estiraba los brazos de un lado a otro, guiando sus diversas trayectorias con intensa concentración. Si bien Freezer se había vuelto algo hábil en controlar uno o dos Kienzan a la vez, Cell había profundizado en el potencial del Demonio del Hielo, descubriendo a través del entrenamiento que podía desplegar muchas docenas de ataques simultáneamente. Entre otros, había desarrollado este ataque a fondo, pero había requerido mucho trabajo y el gasto de energía era costoso. En esta ocasión, la contribución de energía del mago resultó bastante útil.
Mientras el Saiyan esquivaba una ola, los discos regresando, encontró una breve apertura y se giró para enviar una andanada de sus propias ráfagas de energía hacia Cell. El ser perfecto soltó un grito profundo, formando un escudo alrededor de su cuerpo y bloqueando el ataque.
"¿¡Qué harás ahora, Son Gohan!?" se burló Cell internamente, intentando desesperadamente mantener el control.
El terrícola estaba aturdido, apenas logrando esquivar las cuchillas que le cortarían la vida y las extremidades si no fuera perfecto. Sabía que no podía seguir así, tenía que reaccionar rápidamente. Las nuevas habilidades de Cell eran realmente aterradoras, y la victoria parecía cada vez más improbable.
'Maldita sea...', pensó. 'Si sobrevivo a esto, tengo que advertir a Vegeta sobre este ataque...'
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"Tsssk", se burló Vegeta del 13º, mirando a los demás con desprecio.
El desdén del Emperador Saiyan por el trabajo en equipo no necesitaba expresarse con palabras. Pero los altruistas realmente le estaban dando náuseas con su trabajo en equipo y organización. Confiar en los demás, someterse a las instrucciones... realmente no tenían orgullo. Cumplían las órdenes de este 'Son Goku' sin discusión, la contraparte asquerosamente amable de Kakarotto. Para él no eran más que mascotas leales, obedeciendo ciegamente a su amo. ¡Preferiría morir antes que someterse a tal humillación!
"Es tu elección ayudar o no en el esfuerzo colectivo", interrumpió una voz reconocible a sus espaldas. "Pero guárdate tus comentarios."
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La élite Saiyan se giró, molesta, viendo a su contraparte del Universo 18 mirándolo fijamente. Vegeta estaba harto de esta versión titulada de sí mismo, de este idiota que todavía se aferraba a un estatus inútil que había desechado años atrás. Su presencia servía como un recordatorio constante de lo que podría haber llegado a ser aparte de la influencia de Goku y Bulma, y, ¡oh, cómo le cabreaba! Si no se hubiera quedado en la Tierra junto a su esposa y rival, este sería él, un remanente solitario y patético que todavía reclamaba títulos y conquistas.
"A ti no te importan tus compañeros, estoy seguro", continuó Vegeta, burlonamente. "Pero la mayoría de nosotros tenemos razones reales por las que luchamos. Así que cállate, 'majestad', y ahórranos tus indignidades."
"¡No recibo órdenes como tú, no soy un seguidor!", le gritó el emperador enojado. "¿¡Dónde está tu orgullo Saiyan, Vegeta!? Fuiste tan rápido como los demás en seguir las órdenes de un tipo de clase baja. ¿No me digas que te has vuelto tan blando como estos otros buen samaritano? ¡Me dan ganas de vomitar!"
"Oh, ¿y tu brillante plan era hacer qué exactamente? Desafiar nuestros esfuerzos y quejarte... oh sí, eso es hilarante. ¿Y qué harás si no encontramos la arena? ¿Si Babidi gana y se queda con las Bolas de Dragón? Tú también estarías atrapado aquí, idiota. En lugar de trabajar junto con otros, incluso para salvar tu propio pellejo, prefieres darnos lecciones sobre tu estatus real. ¡Tú eres el que no tiene orgullo! Quizás cuando encontremos una forma de salir de esta roca te dejemos atrás, te garantizo que no te echarían de menos."
Los ojos del monarca Saiyan brillaron de rabia. ¿Cómo podía este despreciable impostor arrogante atreverse a hablarle de esa manera? ¡Un Saiyan sin título y sin una pizca de orgullo, entregado por completo a la buena naturaleza de Kakarotto y su sonriente banda de marionetas!
"¡Si fueras la mitad del Vegeta que soy, serías tú quien daría las órdenes! No puedo comprender tu patética blandura, tu universo debe haber sido un infierno para que hayas abandonado tu rango, la misma sangre real en tus venas, para rebajarte hasta este punto. ¡Mientras tanto, yo derroté a Freezer con mis propias manos, vengué a nuestra gente y llevé a la galaxia de rodillas yo solo! ¿Puedes decir lo mismo?"
Vegeta simplemente sonrió. "Es un plan sólido. ¿Quieres que dé órdenes contradictorias solo para saciar tus expectativas infantiles? Ja, he superado esas pequeñeces." Vegeta expuso su punto con una risa baja antes de continuar. "Puede que hayas vencido a Freezer, pero no tienes ni idea de los enemigos que he enfrentado. Y al final tengo las alegrías de una familia, una rivalidad y una pequeña cosa llamada paz. ¿Mi orgullo, dices? No lo he abandonado, realmente lo he abrazado. Mi orgullo es lo que me impulsa a entrenar una y otra vez cada día, a ser el más fuerte, a convertirme en el guerrero más grande vivo, ¡hasta el día en que finalmente aplastaré a Son Goku con mis propias manos! El orgullo de superarme a mí mismo, de defender a los demás y morir por ellos, nunca lo entenderás. El egoísmo al que te aferras tan desesperadamente solo te debilita."
"¿Morir por los demás, ja?", se burló el Saiyan, tratando de recuperar el impulso. "¿Qué clase de guerrero, y mucho menos un príncipe, haría eso? ¡Esa es la definición misma de debilidad, tonto! ¡Eres un cobarde débil, que sigue al rebaño en lugar de atreverse a competir por el puesto más alto! ¡Ni siquiera sabes cómo liderar ya!"
"¿Todavía con eso, eh?", respondió el Vegeta del 18º. "Aunque es todo lo que sabes hacer, ¿no? Dar órdenes, hablar a lo grande... pero no tienes a nadie aquí a quien ordenar, y tampoco la fuerza ni el carisma para hacer que alguno de nosotros se arrodille. La inseguridad y la demanda de reconocimiento no son precisamente las cualidades de un líder." Negó con la cabeza. "Patético debilucho."
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Mientras la disputa se enconaba, varios de los otros, distraídos de su investigación por la escena que se desarrollaba, se giraron para observar. A Trunks del Futuro le pareció que toda la discusión era totalmente extraña, ya que se sentía como una exhibición externa de un desacuerdo interno, cada Vegeta representando aspectos de su personalidad como avatares. Uno era el guerrero despiadado consumido y impulsado por el orgullo, y el otro el padre amoroso, dedicado al honor y a luchar por sus seres queridos. Y sin embargo, cuando lo pensó, la versión del Universo 18 era más el resultado de ambas personalidades en armonía. Era orgulloso y honorable, pero también despiadado con sus enemigos y confiable en una pelea. El otro Vegeta, por el contrario, parecía una variante más sedienta de sangre del padre que había conocido cuando viajó por primera vez al pasado. Pero incluso entonces, había comenzado el camino para convertirse en el hombre al que Trunks estaba orgulloso de llamar padre.
A pesar de la creciente tensión, Trunks se abstuvo de involucrarse, en parte por curiosidad de ver a dónde llevaría la disputa. Algunos otros luchadores se mantuvieron concentrados en buscar la arena, pero Buu no estaba entre ellos. Esto era justo el tipo de cosas que llamaban su atención, aunque por razones muy diferentes a las de Trunks...
"¿Débil? ¿Quieres probar eso? ¿Por qué no lo resolvemos ahora mismo?"
"Hmph", se burló su contraparte, sonriendo. "Si insistes. Será humillante... para ti."
El puño del emperador silbó de repente en el aire sin previo aviso, casi rozando la cara de su contraparte. Este último se había echado instintivamente hacia atrás y había esquivado el ataque sorpresa. Trunks, así como varios otros, quedaron asombrados por los reflejos de Vegeta y muchos comenzaron a interesarse más en la acción.
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La nariz del despiadado Saiyan se arrugó de rabia mientras comenzaba a presionar con más fuerza, balanceándose aún más rápidamente contra el ofensor. Los ojos de Vegeta se movían y se lanzaban de lado a lado sin descanso, pero su gemelo maldito parecía capaz de evitar todos y cada uno de sus golpes con tanta aparente facilidad que era vergonzoso. Incluso Son Goku estaba asombrado por la agilidad y los movimientos rápidos de su eterno rival. ¿Era algún tipo de anticipación mental, porque conocía tan bien su propio estilo de lucha y sus tendencias? No, era mucho más que eso. Este era el resultado final de los largos años de entrenamiento de Vegeta; ya había visto indicios de ello durante el combate con Kakarotto. Ni uno solo de los ataques del Saiyan enfadado acertó, había evitado cada uno en una demostración extremadamente impresionante. El príncipe redimido sintió que había demostrado con creces su punto a la versión equivocada e inferior de sí mismo, sabiendo muy bien que el Emperador Saiyan podía darse cuenta cuando se estaba jugando con él.
"¿Ya te cansaste?", se rió Vegeta, retrocediendo unos pasos. "¿O estás tan ciego que sigues con la ilusión de que puedes tocarme? Detén esta rabieta infantil antes de que te humille de verdad, tengo que encontrar a mi hija antes de que tus secuaces psicópatas la ataquen."
"... Curioso, ¿pero sigues pensando que soy yo el que debería ser humillado?", respondió el terco líder Saiyan, negándose a ceder ni un milímetro. "¡Mira la debilidad que has adquirido al apegarte a una estúpida familia! Me queda claro por qué no puedes alcanzar el Super Saiyan 3 como yo: tu idiotez al comprometerte a amar a una mujer y volverte blando y vago en tu 'planeta pacífico'. ¡Superado incluso por tu Kakarotto! ¿Quién es realmente el patético?"
Dictando su última declaración con un destello dorado y una sonrisa desdeñosa, el señor Saiyan se transformó instantáneamente al tercer nivel de Super Saiyan. Su nivel de poder era extraordinario, la demostración inundó toda el área oxigenada con energía dorada y vientos turbulentos, captando la atención de todos. Gast Carcolh, exasperado por la discusión infantil, estaba a punto de intervenir cuando el brazo extendido de Vegetto lo detuvo. El Saiyan fusionado parecía extraordinariamente cautivado por la confrontación, al igual que Buu un poco más abajo.
Mientras la fuente de la interrupción seguía regodeándose con risas, Vegeta del 18º permaneció en silencio e inmóvil, delatado solo por una vena en su frente que había comenzado a mostrar su frustración, y los puños apretados. El Emperador notó que aparentemente había tocado una fibra sensible, y explotó con una histeria aún más fuerte. Aparentemente, todo lo que uno necesitaba hacer para irritar a su contraparte era insinuar que Kakarotto era superior, una provocación deliciosamente fácil. Ante tales burlas, esta fachada que vestía el hombre que simplemente imitaba su magnificencia había comenzado a desmoronarse.
Vegeta frunció el ceño amenazadoramente y se transformó en Super Saiyan 2, con chispas de relámpagos azules zigzagueando alrededor de su cuerpo, arremolinándose y levantando polvo en el aire. La risa del Saiyan sin cejas se cortó cuando su contraparte ascendida se acercó a él con una mirada decidida, hasta que estuvo a meras pulgadas de su cara, mirándolo con desafío. Como Super Saiyan 3, el emperador Saiyan estaba completamente sorprendido por lo que sentía: la energía de Vegeta como un simple nivel 2 era posiblemente igual a la suya. No había comparación entre esto y el poder que había mostrado en la pelea con Kakarotto. Durante el ataque de Buu, el príncipe Saiyan había demostrado brevemente casi este nivel, pero ahora parecía incluso más serio que entonces.
"No puedes ni empezar a comprender de lo que soy capaz", condescendió Vegeta. "¡Podría aplastarte sin el más mínimo esfuerzo! Y aunque admito que lo encuentro tentador, me temo que al final simplemente no te has ganado ese privilegio. Solo hay un guerrero digno de enfrentarme en mi máximo poder... Son Goku. En cuanto a ti, mi nivel actual es más que suficiente para lidiar con tu querido nivel 3... ¡Emperador de la idiotez!"
A lo largo de los años, Vegeta se había enfrentado a su eterno rival muchas veces en un estado transformado inferior. No solo alardeaba, y sabía perfectamente que su confianza era merecida, especialmente cuando el nivel 3 de su contraparte estaba muy lejos del de Goku.
Vegeta presionó su frente contra la de su doble, los dos lanzándose miradas de odio sin inmutarse. El Vegeta del 13º se impuso, pero no cedió. ¡Seguro que su gemelo estaba faroleando, tenía que estarlo! Al diablo con el acercamiento que esperaba, o con cualquier curiosidad sobre su doble. Al final, sus alardes no eran más que una invención exagerada. Él era quien había alcanzado un nivel incluso más allá — Super Saiyan 3, algo que nunca había soñado que fuera posible. Y esta pálida imitación, atada por cadenas de sentimentalismo y debilidad, era incapaz de igualar su transformación. Eso era un hecho, eso era todo lo que importaba, tenía que ser superior.
Todo lo que realmente le impresionaba era la sonrisa provocadora del otro Vegeta, que de alguna manera aún le hacía temblar de frustración. Era hora de resolver esta pequeña disputa, con un simple movimiento podría demoler el excesivo ego de su gemelo.
Vegeta del 18º estaba listo para atacar, pero su mente de repente mostró una imagen de su hija. Tuvo una premonición, Bra estaba en peligro inminente. No había más tiempo que perder con este fanfarrón, un remanente de su antiguo yo. Su máxima prioridad era volver a la arena y demoler a ese despreciable Babidi para siempre.
La transformación del saiyan se evaporó, Vegeta volvió a su estado normal. Su contraparte dudó, sorprendido, pero consideró atacar de todos modos. Es decir, hasta que se dio cuenta de que estaba rodeado de enemigos, del tipo que no dejaría pasar un ataque contra un oponente sin transformar. Así que, hizo lo mismo y volvió a su estado base, aunque estaba sin palabras, sin comprender completamente a su doble. Vegeta del 18º cerró los ojos y suspiró.
"Desafortunadamente, este no es el momento ni el lugar para resolver las cosas. Pero no hay problema en esperar."
"Si ese es tu único problema... puedo hacerte un ring", interrumpió una voz alegre desde cerca. [[CH148-Spectacle-Argelios.png nocss left "Colo de Argelios"]]
Los dos saiyans se giraron hacia el interlocutor, Buu, quien había materializado un gran banco justo delante de ellos y estaba sentado con indiferencia. Vegetto y Son Goku se habían unido a él, cada uno con un cubo de palomitas de maíz calientes con mantequilla. Aprovechando las rocas cercanas con su materialización, Buu había estado repartiendo refrigerios a todos con emoción por una confrontación tan singular. Habían pasado varios minutos desde que los dos Vegeta habían comenzado a discutir, y las improvisaciones de Buu estaban justo en su elemento. Los Heloitas, poco divertidos con tales disputas infantiles, se habían alejado para continuar su búsqueda sin obstáculos, acompañados por el Androide 16 y el Kaioshin del Sur. En cuanto a los saiyans, una pelea como esta era básicamente irresistible, y habían tomado sus lugares alrededor de la pelea con fascinación. Trunks del Universo 16 disfrutaba viendo a su padre mientras comía algunas golosinas. Pan, por su parte, se unió a su abuelo, quien estaba casi eufórico de emoción. Gast solo pudo llevarse la mano a la cara.
"¿Y qué hay de tu determinación?" preguntó Carcolh. "¿No dijiste hace un momento que estabas decidido a encontrar la arena a toda costa? ¡Tus familias están en peligro!"
"¡No te preocupes, Super Namek!" respondió Buu, divertido. "Todavía estoy escaneando mi sector del universo, sin problema. ¿Ves?" señaló una cabeza flotante. De hecho, el djinn había copiado parte de sí mismo y había delegado la tarea. Aunque, Gast estaba más preocupado que tranquilizado por la exhibición. La personalidad de Buu, junto con los saiyans y su obsesión por la lucha, estaba realmente ralentizando sus esfuerzos.
"Confío en que Gohan y Bra se encargarán de las cosas mientras tanto", añadió Vegetto, con la boca llena. "Soy consciente de la gravedad de la situación, pero... dos Vegetas enfrentándose, no me lo voy a perder, lo siento."
Los dos saiyans en cuestión permanecieron congelados ante la escena, algo incómodos por lo que ocurría a su alrededor. Avergonzados, se dieron la espalda.
"Ugh... Bueno, supongo que no hay ningún daño real en ayudaros, idiotas", cedió el Vegeta del 13º, preocupado por todas las miradas fijas en él. "No es como si quisiera quedarme atrapado en esta roca para siempre."
"De acuerdo", respondió el otro Vegeta, señalando obstinadamente con la mirada en dirección opuesta.
Sabía perfectamente cómo se sentía su contraparte. A pesar de sus alardes de independencia, siempre había puesto sus propios intereses como primordiales, incluso cuando eso significaba unirse a regañadientes con los terrícolas en Namek. Al borde de la muerte, había abandonado su terquedad y le había rogado a Goku que derrotara a Freeza por él y por toda la raza saiyan. Lo que le faltaba a este otro Vegeta era serenidad y rivalidad. Pero despojado de esas influencias, seguía siendo un guerrero inteligente y talentoso. Su orgullo se había exagerado a niveles galácticos, claro, superando con creces su estatus de mero príncipe. Por lo tanto, requeriría un esfuerzo y una circunstancia mucho mayores para que pudiera dejarlo de lado.
Los dos saiyans finalmente se alejaron el uno del otro, para gran decepción de Goku, Vegetto y Buu. Por supuesto, no se había resuelto el conflicto. El Vegeta del 13º seguía irritado por los rasgos inexplicables que consideraba defectos de carácter ahora prevalecientes en su contraparte. Y sin embargo, no podía evitar sentir admiración por el otro Vegeta. Aunque se había rebajado en estatus al asociarse con inferiores e incluso cohabitar con ellos, seguía siendo digno y, sobre todo, un guerrero poderoso. Aun así, el Emperador Vegeta se negaba a considerar su cooperación con ellos ahora como una sumisión a las instrucciones de Son Goku, pero colaboraría en silencio y sin quejas.
En cuanto al Vegeta del 18º, ya estaba de nuevo buscando en las profundidades insondables, con los puños apretados. El altercado ya había desaparecido de su mente, y estaba nuevamente concentrado en salvar a su hija.
"Aguanta, Bra... ¡Te encontraré!"
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Por eso siempre te he sugerido usar [spoiler], aunque no te guste le das la elección a la gente de no darle al botón, es menos probable que molesten así, pero también entiendo el sufrimiento que este representa.

Si te insultan les voy a borrar el mensaje, no te preocupes, no te has metido con nadie.

Lo entiendo perfectamente, creo que es más una cuestión de ensayo y error, tenerte como un usuario más que comenta sus teorías e ideas puede ser un logro que debemos conquistar en conjunto, entre todos los miembros de esta comunidad.

Aspiro que con el tiempo se pueda lograr llegar a un punto medio.

Yo siempre creí que MJ era inocente, has visto los vídeos del fanboy de MJ que fue al podcast de Jordi Wild? Es recomendable darle una mirada