PARTE 31: BUDOKAI ROYALE 3 "ULTIMATE WARRIORS"

Capítulo 151

Traducido por brolyloco y encodeado por carlosfc

Dentro del Universo 0, un caos indescriptible había reinado ya por al menos diez minutos. Bajo la mirada complacida del Buu del Universo 4 una pequeña parte de sí mismo presente solo para observar en silencio, el número de muertos seguía aumentando y la escena se volvía cada vez más sangrienta.

El Djinn se deleitaba con la brutalidad del lugar, la magnífica masacre de la vida mortal. Dentro de cada ser vivo hay un hilo de bestialidad, una sed de sangre, un deseo de arrebatar la vida, de experimentar en carne propia esa sensación de poder. La lucha entre el bien y el mal, en su esencia, involucraba precisamente ese potencial: la realidad de que cualquiera podía ser capaz de cometer tales actos.

Observando los combates, había presenciado mucho, viendo a cada luchador incluso desde una nueva perspectiva, tal como luego informaría al Gran Kaioshin. Desde los Saiyanos hasta los Terrícolas y los Demonios del Frío, cada uno había desbloqueado recursos ocultos, superando sus propios límites. Habían sido forzados a ir más allá de sus capacidades, impulsados por el instinto de supervivencia, todo debido a una incertidumbre que Buu valoraba por encima de todo.

La sorpresa, la anticipación de lo que podría suceder... era una sensación que casi había olvidado. Y le encantaba.

Mientras el Djinn seguía divirtiéndose con el caos, riéndose de la desesperación y el desconsuelo de los valientes participantes teletransportados a lo más profundo del Universo, un suceso extraño ocurría en los pasillos del Universo 5. La puerta encantada del retorcido mago acababa de iluminarse con extrañas luces ondulantes. Una mezcla de verde, rojo y violeta chispeaba sobre su superficie, acompañada de pequeñas y emocionantes descargas.

No se trataba del mismo fenómeno ocurrido cinco minutos antes, cuando uno de los soldados de Babidi fue vaporizado al intentar entrar en el apartamento. Esta era una energía completamente distinta, una llena de tensión, una oscura amenaza a punto de revelarse ante todos.

Así, dentro de la totalidad del universo sin vida, un aura oscura incomparable fue percibida de golpe por todos desde participantes y espectadores, hasta los que permanecían en sus apartamentos, y también los guerreros perdidos en la inmensidad del espacio. Uno de ellos, Son Goku, comenzó a temblar de golpe, en estado de shock.

´´¿Qué... qué es esta energia tan poderosa?´´ exclamó, mirando a su alrededor. ´´¡Es realmente aterradora!´´

´´¡Imposible!´´ gritó Vegeta, poniéndose en guardia, completamente tenso. ´´¡Está en todas partes! ¡El mismo Vegetto parece un simple bebé en comparación!´´

El Saiyano fusionado no respondió, y tanto Buu como Gast permanecieron en silencio. Todos se volvieron hacia ellos, pensando al principio que ese silencio era una señal de esperanza, como si no estuvieran impresionados. Pero la desilusión fue brutal.

Vegetto giró lentamente, con una expresión de desconcierto nunca antes vista en su rostro no sólo miedo, sino auténtico terror.

´´Odio admitirlo pero... incluso al 200% de mi poder, sería completamente inútil contra quien sea que sea este enemigo.´´ Su voz sonaba desesperada, aún en estado de shock.

No era típico de un Saiyano fusionado rendirse tan fácilmente. Siempre había estado en busca de un oponente que pudiera darle la emoción definitiva, con su sangre Saiyana hirviendo por la batalla. Pero esta repentina liberación de energía, que llenaba todo el universo, lo oprimía como un torno alrededor del cuello... sentía un terror puro por primera vez en su vida. La diferencia entre sus fuerzas era fácilmente miles de veces mayor.

En cuanto a Gast y Buu, ambos se sentaron al mismo tiempo. Pan del Universo 18 se acercó tímidamente al gran namekiano, llamándolo con incertidumbre.

´´Se... Señor Gast? Usted... ¿Puede hacer algo? ¿Sabe qué es esto?´´

El namekiano rompió a llorar de repente, provocando miradas atónitas de quienes lo rodeaban.

´´¡No! ¡Después de todo esto, no!´´

Gast Carcolh estaba completamente desmoralizado. Enseguida comprendió que un mal de poder inconcebible acababa de revelarse. Aún no conocía su identidad ni su origen, pero el solo hecho de sentirlo le había arrebatado por completo cualquier esperanza de resistir. Nadie tenía oportunidad. Ni siquiera Vegetto. Su pueblo jamás sería revivido mediante un deseo. Y probablemente él mismo pronto se uniría a ellos.

Gotenks miró a Buu, que estaba a su lado, con una expresión preocupada. Si Gast y Vegetto estaban así de afectados psicológicamente, ¿qué podía esperarse del impredecible Djinn, aun con todas sus extraordinarias habilidades? En cierto modo, lo veía como su último salvador.

Fue entonces cuando Buu estalló en una risa repentina, sobresaltando a todos. No era una risa de alegría ni de tristeza, sino de pura demencia. Nadie sabía qué extraños pensamientos pasaban por su mente, pero todos estaban seguros de que también había perdido la razón.

´´¡Muy bien, muy bien!´´ soltó Buu entre risas. ´´¡Es el fin, la la la la! ¡Estamos todos muertos, la la, la la la! No puedo hacer nada. Tenía todo planeado, ¡pero ya se acabó! ¡Esto es millones de veces más fuerte, no puedo hacer nada contra eso! ¡Es gracioso, en serio, ¿quién habría predicho algo tan imposible? ¡JA JA JA JA!´´

Todos en el público temblaban al ver a esos tres guerreros derrumbarse. Vegetto murmuraba en estado depresivo mientras yacía en el suelo. Gast lloraba con lágrimas calientes, sollozando con fuerza. Y Buu deliraba por completo, su risa resonando con locura y resignación por todo el estadio.

El fin del universo acababa de llegar.

Cerca del centro de la arena…

Mientras Son Gohan del universo 16 acababa de rescatar a Videl de las garras de Majin Nappa del Universo 3, se detuvo de repente, atrapado por la nueva aparición de una energía oscura que se extendía por todas partes a su alrededor. Atónito por el inmenso poder, aterrizó rápidamente, confundido, con una esencia de energía desconocida que superaba su más salvaje imaginación. Y habiendo vivido con Vegetto, podía afirmar con total certeza que, cualquiera que fuera la identidad de esa energía, no existía fuerza mayor que ella. Incluso su padre era solo una ramita frente a tal demostración.

Todos se quedaron congelados en medio de sus movimientos. Babidi, Nappa, Cold, los Kaiôshins, ambos Piccolos, los Gohans, Cell, los terrícolas en su apartamento, los espectadores, nadie se salvó del fenómeno. Cada persona sintió el agarre paralizante del miedo, consumida por una angustia que lo abarcaba todo. Incluso aquellos que no podían sentir la energía, de alguna forma pudieron percibir ese aura oscura que envolvía a todos.

Solo una persona pudo reconocer el origen de esa energía, y eso sólo muy ligeramente. Emanaba del pasillo del Universo 5. El Gran Kaiôshin, que trabajaba junto con Buu, sabía en el fondo de qué se trataba todo esto: XXI había decidido que era su turno.

El silencio y el miedo se asentaron en toda la arena. Momentos después, un par de nuevos pasos resonaron suavemente a lo largo del terreno del torneo, aunque se podría decir que toda la galaxia los resonó como una marcha fúnebre.

Luego siguió un sonido diferente, lleno de un tono más... alegre. ¿Campanillas? Los pasos decididos de la criatura iban acompañados por un pequeño tintineo, causando aún más incertidumbre entre todos los seres vivos. Parecía que este monstruo estaba preparando una atmósfera muy dramática antes de hacer su entrada.

Poco después comenzó un zumbido llenó de cierto entusiasmo, una melodía rítmica pegajosa. Para todos, era el equivalente a la canción de sus funerales. Para el monstruo, era ciertamente un ritual retorcido de tormento que disfrutaba antes de masacrar a su presa.

Son Gohan quiso moverse. Quiso enfrentarse al destino inevitable que se acercaba. Pero no pudo hacer nada, inmovilizado por el inmenso poder al igual que los demás, como un dispositivo electrónico golpeado por un pulso electromagnético. Su mente estaba desconectada, drenada de recursos. Solo quedaba un miedo intenso y un vacío total de voluntad en todo su cuerpo. Se sentía como un androide sin energía. Recordó a la #18, apagada sin vida frente a XXI, y tembló al pensar que él y su familia pronto sufrirían el mismo destino.

El Gran Kaiôshin, que tenía una vista sin obstáculos del área del Universo 5, gradualmente distinguió una figura que apareció en la oscuridad del pasillo. Un ser cubierto con una larga capucha negra había entrado en el recinto iluminado, sosteniendo una bola gris y rocosa en su mano. Aunque oculta, el Gran Kaiôshin reconoció su estatura y aura; era efectivamente XXI, el misterioso mago. Su energía era tan monstruosa y amenazante que el dios estaba al borde del desmayo. ¿Qué podrían hacer contra un enemigo así? El caos de Babidi seguramente había agotado al mago, que había decidido intentar resolver la situación por su cuenta. Pero nadie podía haber sospechado la magnitud de esta amenaza. Ningún dios o fusión podía siquiera competir.

XXI levantó lentamente su brazo libre en horizontal y chasqueó los dedos. Inmediatamente, todos los seres presentes en el Universo reaparecieron en el centro de la arena, excepto aquellos que habían muerto. Son Goku y los demás fueron golpeados de inmediato por la impresionante energía del mago y también fueron sometidos a la extraña parálisis que causaba. Ni siquiera Buu o Vegetto pudieron sacudirse su efecto paralizante. Los dos grandes guerreros abrieron los ojos, aterrorizados por lo que este monstruo, muy por encima de su nivel, podría hacer.

XXI se acercó lentamente, cada paso resonando como una marcha fatal hacia el peor horror. Se paró frente a la asamblea, heridos y sanos por igual, mirándolos con severidad desde debajo de su capucha. Nadie podía hablar, o más bien, nadie se atrevía.

El hechicero aclaró su garganta antes de que su voz paradójicamente fría y melodiosa comenzara a hablar.

“Entonces... Parece que tenemos muchos presentes que no han sido muy sabios últimamente...”

Sus eternos ojos oscuros se posaron en Babidi, que temblaba de rodillas, aterrorizado por el aura intensa y creciente de XXI. Fue entonces cuando la bola gris en la mano de XXI tomó un nuevo color, un fuerte resplandor naranja... y una estrella negra apareció en su centro. XXI levantó la bola en el aire, visiblemente complacido. Luego se dirigió a todos de nuevo.

“¡Es hora de que cada uno reciba lo que le corresponde! ¡Contemplen el fin de este ciclo indescriptible y pasado!”

Una luz intensa emergió de la esfera del Dragón, abarcando toda la arena así como los asteroides y falsos planetas arriba. Cada uno de los presentes creyó que el fin había llegado, y se preparó para despertar al momento siguiente en un infierno infinito e innombrable.

Pasaron unos quince segundos antes de que Son Goku abriera los ojos de nuevo, seguido poco después por los demás. Para su total sorpresa, todos estaban sentados alrededor de una gigantesca mesa circular en medio del campo de batalla. En el centro de la mesa había un abeto gigantesco decorado con mil y un adornos coloridos y luces. En la cima del árbol, una Esfera del Dragón verde, roja y naranja reflejaba cientos de colores distintos sobre las paredes de la arena.

´´¿qué-qué está pasando?´´ tartamudeó Uub del universo 18, sentado a la derecha de Son Goku.

El maestro del joven le dirigió una mirada, notando que ahora estaban sentados junto a los de su universo, en sillas talladas con patrones detalladísimos de Esferas del Dragón y de Shenron aunque este dragón tenía escamas negras y ojos rojos. La mesa estaba decorada con manteles de tejidos desconocidos, pero en tonos que hacían juego con el árbol y las luces proyectadas. Muchas sillas estaban vacías. Entonces, todos oyeron dos voces retumbar de repente.

´´¿¡Qué demonios es eso!?´´

Las voces de Son Bra y Vegetto del universo 16 eran inconfundibles. El padre y la hija ella aún con la marca de Babidi en la frente estaban forcejeando. El rostro de Vegetto era sombrío.

´´¡¿Tú!? ¿Eres uno de los esclavos de Babidi? ¿Cómo es posible? ¿Y qué pasó aquí, dónde estamos y qué es ese árbol? ¡Estamos hartos de estas condenadas!´´

Un leve chasquido salió otra vez de los dedos de XXI, y Vegetto guardó silencio de golpe, adoptando ahora una expresión mucho más tranquila. XXI, que estaba en la cima del árbol, se acercó al universo 16 con una mirada de desaprobación.

´´¡No permitiré semejantes groserías, jovencito!´´ dijo con fastidio. ´´¡Todo este torneo, dia tras dia, hemos soportado tu pésima actitud! ¡Ahora, si tienes algo de sentido común, será mejor que te calmes!´´

El hechicero se elevó en el aire, con cientos de ojos puestos en él. Hizo aparecer una nueva Esfera del Dragón y luego habló con un tono curiosamente juguetón:

´´Damas y caballeros, combatientes y espectadores, ¡me complace anunciar oficialmente... que ha comenzado la Nochebuena!´´

Se quitó la capucha oscura y la capa, revelando la forma de un anciano vestido con un traje rojo y un gorro con borde blanco y esponjoso. La Esfera del Dragón se iluminó y, en un instante, todas las sillas vacías se llenaron con las personas que habían muerto durante la rebelión de Babidi. Estaban los demonios del frío y sus fuerzas, una multitud de espectadores y los participantes de la tercera ronda, todos reapareciendo de golpe, sorprendidos por su repentina resurrección. Una ola de emoción recorrió a todos, especialmente a quienes habían perdido seres queridos, aunque la mayoría no entendía qué estaba ocurriendo.

´´¿Santa Claus?´´ preguntó Trunks del universo 16, desconcertado. ´´¿Qué es eso? ¿Y por qué deberíamos celebrarlo?´´

´´Es una tradición, tonto´´ se burló Buu, que parecía haber recuperado la razón. Existe en la Tierra, aunque en culturas que claramente nunca te molestaste en conocer... y también en muchos otros universos.

Buu estaba fascinado y aterrorizado por el evento. Podía oír a Trunks con total claridad, como si estuviera a su lado, a pesar de estar al otro extremo de la arena. Y, al parecer, este tal XXI tenía un juego personal de Esferas del Dragón que podía usar a su antojo. Pero... ¿podría ser que...?

´´Veo que estás empezando a entender, Buu´´ dijo XXI, que le había leído la mente. En mi universo, al que los Vargas designaron como el Quinto, me llamo Santa Claus. Y lamento que esta festividad que celebra la alegría y la amistad haya caído en semejante caos. Así que he interrumpido su escenario de desastre para traerles... ¡paz y regalos!

Con otro chasquido de sus dedos, aparecieron platos llenos de comida deliciosa frente a todos los presentes, junto con paquetes de regalo de diversos tamaños, colocados al lado de sus sillas o sobre la mesa. Se escucharon exclamaciones entusiasmadas por todos lados. Incluso Vegeta del universo 18, al ver que su hija estaba ilesa y encantada con el trato real repentino, se relajó y olvidó su desconfianza natural. La atmósfera festiva penetró a todos de pies a cabeza, haciendo que se relajaran. Incluso los androides estaban incluidos, el androide 16 también, quien sintió una alegría sincera. Aunque algunos, como Cell, el viejo Kaioshin y Yamcha del universo 9, seguían sospechando.

´´Oye´´ preguntó el bandido cyborg de la Tierra, ´´si eres algún tipo de espíritu navideño que trae alegría, ¿qué haces aquí? ¿Y por qué desactivaste a la pobre chica con ese maldito control remoto? ¿Y de dónde lo sacaste?´´

´´Lo siento por eso´´ se disculpó XXI, rascándose el gorro mientras se dirigía a Yamcha y a los dos gemelos. Participé en este torneo porque necesito pedir un deseo que solo el Dragón Namekiano puede conceder. Sin embargo, me rehúso a usar la violencia de ningún tipo. Busqué la forma más pacífica de ganar mi combate, y como mi magia no funciona en androides, esa fue la única solución. Nuevamente, lo lamento.

Yamcha se relajó al escuchar la buena voluntad del mago. Videl aprovechó la ocasión para molestar al viejo Kaioshin, que seguía de mal humor.

´´Entonces, ¿no decías que era la encarnación del mal? ¡En la vida real es súper buena onda!´´

´´¿Acaso no ves todavía el problema?´´ gruñó el dios. ´´¡Es una pesadilla andante! ¡Altera el orden natural del universo, repartiendo regalos! ¡Por su intervención, nada está ocurriendo como debería! ¡Incluso me encerró solo para complacer a un demonio!´´

´´Era un niño pequeño´´ respondió XXI, frunciendo el ceño. Le diste un sermón sobre cómo pertenecía a la especie demoníaca. ¡Ten algo de decencia, amigo mío, algo de tolerancia!´´

El viejo Kaioshin frunció el ceño mientras XXI volaba hasta la punta del árbol, en el centro de la arena, e hizo otro anuncio:

“y ahora… mis queridos amigos, ¡es hora de comer!”

Durante varias horas, la fiesta de Navidad estuvo en pleno apogeo. Aunque al principio cada universo había estado bastante separado y pasó buena parte de la Nochebuena dentro de sus propios grupos, pero al final hubo bastante convivencia. El ambiente amistoso parecía crecer con el paso del tiempo, tanto entre espectadores como combatientes, a medida que avanzaba la celebración.

Como de costumbre, los Universos 16 y 18 se mezclaron entre sí. Son Bra y Vegetto, que habían sido calmados por la magia de XXI, estaban tan alegres como niños inocentes, riendo y contando chistes. Los Majin y los esclavos de Babidi habían recuperado sus personalidades originales, y sin la manipulación de su anterior amo, se estaban divirtiendo muchísimo — el mago de piel amarilla siendo posiblemente la única persona no afectada por el espíritu navideño. Sin embargo, XXI lo había privado de sus poderes mágicos, impidiéndole hacer absolutamente nada. El diminuto mago quedó reducido al rol de niñero de Majin Buu, quien seguía transformando toda la comida en dulces. Eso, y la poesía elegante de Dabra, que elogiaba la belleza y grandeza del Inframundo, la cual recitaba a viva voz.

Son Goku bebía jugos afrutados con sus hijos y su nieta cuando fue acompañado por los Heloítas del Universo 19 y los Trunks de los Universos 16 y 12. Con la excepción del androide, que no comía nada, los adultos compartieron una ronda de bebidas que presentó XXI: vino tinto hecho con uvas de una dimensión paralela. No muy lejos de la embriaguez, XXI usó un hechizo para mantener las mentes de los adultos despejadas ya que quería evitar cualquier escándalo. Más que nada, quería fomentar la amistad y la paz, no provocar peleas de borrachos.

Mientras contemplaba la fiesta desde lejos, el mago navideño fue acompañado por Buu del Universo 4 y el Gran Kaio Shin.

´´Esa magia que estás usando es muy misteriosa´´ dijo el Djinn con curiosidad. ´´Tu energía ha dominado todo el universo, fuimos ramas ante ti. Admito mi inferioridad. Pero aún no entiendo. ¿Qué estás haciendo realmente aquí, espíritu navideño? ¿Y por qué tu aura es tan maligna?´´

´´Ay, si supieras, querido amigo´´ lamentó XXI, bajando la mirada con tristeza. ´´En mi mundo, soy uno con la creación misma. Estoy en el corazón de todos los seres vivos, represento las virtudes de la esperanza y la paz, y mis poderes son ilimitados. Pero un grupo de demonios creativos me ha maldecido, privándome de gran parte de mi poder solo tengo mis habilidades durante esta misión. Ya no soy esperanza, sino más bien un hombre del saco. Tengo Esferas del Dragón que aún me permiten conceder deseos limitados, pero incluso mi dragón tiene la apariencia de una serpiente malvada. Por eso estoy aquí, con la esperanza de que el dragón original pueda arreglar mi problema.´´

´´En verdad es una historia muy triste, XXI´´ respondió el Gran Kaioshin. ´´¿No te gustaría unirte a nosotros en el Universo 1?´´

´´¡Buena idea, por qué no!´´ exclamó Buu, alzando una copa llena de jugo de uva. ¡Yo iré un paso más allá!´´

Leyéndose el pensamiento mutuamente, XXI y el Djinn sonrieron y chasquearon los dedos al unísono. De repente, el espacio alrededor de todos se comprimió, dando la impresión de estar apretados como una bola de nieve. Todos quedaron mezclados, sentados en una gran alfombra roja. Caía una suave nieve desde el cielo estrellado sobre la base del inmenso abeto, cuyas bolas mágicas entonaban dulces cantatas.

Todos pasaron un momento maravilloso lleno de paz y bondad. Las dos Pans recibieron báculos sagrados personalizados, con los colores del uniforme de sus respectivos abuelos. El corazón de Gast se llenó de emoción al recibir un hermoso modelo que representaba a su pueblo, animado por magia para que sonrieran y le saludaran. Raichi, que también había regresado, recibió una bendición que le dio, por unos momentos, una verdadera sensación de serenidad sumergiéndose en los buenos recuerdos de su vida sin traumas. Tapion tuvo la dicha de comunicarse con su hermano en el más allá. Los Trunks y Gotens de los Universos 16 y 18 lograron superar sus límites y cada uno alcanzó el Super Saiyajin 2. Juguetones, pudieron permitirse un combate amistoso en un cubo reforzado por Buu un poco apartado.

Vegeta del Universo 13 recibió una nueva capa imperial, teñida con patrones dorados ornamentales a su imagen. Cell y sus hijos obtuvieron la capacidad de cambiar el color de sus cuerpos, sin que esto afectara sus poderes, y la familia perfecta se divirtió formando diversas lucecitas alrededor de los demás. Los Demonios del Frío y sus tropas, que no habían sido muy sabios en su codicia, solo recibieron una canasta de conos de helado. Coola y Cold los miraban con el ceño fruncido, mientras Freezer se los comía felizmente. Los androides del Universo 14 se sintieron sinceramente conmovidos por la generosidad de XXI, quien les devolvió sus cuerpos humanos originales. Mary Sue, que estaba atrapada y olvidada por sus compañeros, pudo regresar a su mundo con la ayuda de los Vargas.

Babidi recibió una revisión de sus muertes en múltiples universos, explotado por Majin Buu. Rechinó los dientes mientras su propio sirviente aplaudía inocentemente. No fue un acto sádico por parte de XXI, sino más bien un gesto con la esperanza de que el mago reconsiderara sus acciones.

A Bardock se le quitó su don de la precognición, del cual se había vuelto completamente dependiente a lo largo de los años. Si bien, por una feliz combinación de circunstancias, ese poder había sido útil de vez en cuando gracias a su uso optimizado, en realidad había comenzado como una maldición, cuyo resultado final lo había privado irónicamente de cualquier clarividencia personal.

XXI sonreía ampliamente y con ternura al observar la escena, sin darse cuenta de que sobre ellos un enorme ojo espacial rojo y negro los observaba... oculto por la oscuridad del espacio. El ojo parecía lleno de diversión y satisfacción.

De pronto, miró en dirección al ojo invisible que había estado observando todo. Poco a poco, el ojo se estrechó para formar un rostro rosado con una larga cresta, y una mano apareció a continuación. El rostro formó una sonrisa brillante, y con un guiño cómplice la mano chasqueó los dedos una última vez.

PUFF

"¡Hola, amigos, lectores! ¡Los del foro!

"Sí, soy yo otra vez, su querido amigo Buu en la cima de su juego. ¿Qué se puede decir? Je je.

"Este capítulo es una invención que armé desde cero. Como realmente no sabemos qué puede hacer ese tal XXI, me lo imaginé como un buen viejo Santa Claus que viene a visitar a los protagonistas de nuestro torneo favorito. ¡Este es mi regalo de Navidad para todos ustedes, un pequeño guión que espero hayan disfrutado! Así que sí, XXI en realidad no es el viejito rojo y rechoncho, y Piccolo no puede curar a los demás, ¡perdón por la desilusión!´´

"Es una manera de disculparme un poco, y también a mi autor, por la falta de actualizaciones de capítulos últimamente (¡particularmente en mi propia novela personal, que los traductores al inglés ciertamente han tenido abandonada, y en español ni la empezaron todavía ¡leanla si no lo han hecho!). Todos estamos ocupados por estos días, tanto traductores ingleses, españoles, de otros idiomas, dibujantes, guionistas, ETC, seguro que lo comprenderan.´´

"¡De todos modos, no teman, queridos lectores! Aunque las historias no avancen al ritmo más ideal, lo que viene promete aventuras emocionantes muy pronto... y sí, sucederán eventualmente. ¡Las mejores cosas siempre necesitan tiempo para desarrollarse!"

´´no les aburriré con otro monólogo, así que, concluire esta pequeña pausa festiva (¡un poco tardía en español!) con un sincero y simple…

´´¡¡¡Feliz navidad a todos, y los quiero a todos!!!´´