Mi fuerza sobrehumana nunca molestó a nadie y siempre le dí un buen uso.
El punto de
inflexión de mi vida fue cuando quise salvar a mi aldea ganando dinero en el Torneo de artes marciales...
Un mundo nuevo se abrió ante mí.
En cuanto a la aldea, no os
preocupéis, con la millonada que
recibieron todo salió bien.