¿Pero qué dices?
¡El puesto de Saichoro es tanto tuyo como mío!
¿Quieres destituirme?
¡No te reconozco, hermano!
¡Lo
sé!
No quería llegar
a este punto,
pero ya había
contemplado
esta
posibilidad.
¡Si tengo
que quitarte
a la fuerza
el puesto que te
cedí, no tendré
reparos!